Solo en un rincón
Hoy vienes a buscar lo que el tiempo se llevó no ruegues ya no soy de ti, ya mis manos no tocan tu piel ni besan tus labios, a quién culpar si tus ausencias fueron desgastando el gran amor que te tenía, no llores, ya tus lágrimas no llegan a mis sentidos, ya no provocan angustias sólo incomodidad, que raro, hasta ayer tus miedos eran mi mayor debilidad y hoy ya no son nada. Cuánto tiempo pedí que dejaras de jugar, cuántas lágrimas derrame por tus actitudes de niño. Cuantos, nunca más, me suenan en mis oídos, va pasar ya verás que sólo un recuerdo seremos, que quedará en aquel cajón tirado en un rincón.